Obnubilada estoy… Hace varios años que tengo el libro que devoro ahora. Le había echado un vistazo y recuerdo que me pareció muy interesante pero ahí lo dejé. No era el momento por lo que fuera, supongo…
Ahora lo retomo y me encanta. No es otro que el archi conocido «La cocina de la salud» de Ferran Adrià, Valentín Fuster y Josep Corbella (Casa del Libro. La cocina de la salud ).
Os lo recomiendo a todos y todas. Es más, si por mi fuera lo incluiría en los colegios como libro obligatorio, para que nuestros pequeños tomaran conciencia de lo importante que es comer bien.
Es una lectura muy amena, en la que el prestigioso cocinero Ferran Adrià, junto con el galardonado cardiólogo Valentín Fuster han dado forma a sus valiosos conocimientos en un libro escrito por el periodista Josep Corbella en el que reconstruyen la vida de una familia imaginaria a lo largo de todo un día y demuestran cómo se puede disfrutar comiendo de una manera rica y saludable.
Nos hablan de la importancia del desayuno, por ejemplo y arrojan datos que a mi, me han dejado helada. Como por ejemplo, a través de un estudio exhaustivo en nuestro país, se ha llegado a la conclusión de que la nota media en un instituto varía de forma alarmante entre los alumnos que desayunan y los que no lo hacen. Siendo de 7,73 la nota media entre los niños de 12 y 13 años que sí desayunan y de 5,63 entre los que se saltan la primera comida del día. Increíble pero cierto.
Otra de las cosas que ha llamado mi atención aunque eso yo ya lo sabía, es la importancia del consumo de pescado. Yo no lo cocino demasiado desde que acabé en urgencias por culpa de la espina de un cogote de merluza, de esto hace muchos años… Lo superé hace lustros pero reconozco que no lo consumimos lo suficiente, pero a partir de ahora eso en mi casa va a cambiar.
La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria recomienda tomar tres o cuatro raciones de pescado a la semana y todos los días si se trata de un enfermo cardiovascular. Según cuentan los expertos los consumidores habituales de pescado tienen un riesgo de morir por enfermedad cardiaca mucho más bajo que las personas que no suelen tomar pescado.
Como dicen las páginas del libro, los efectos beneficiosos del pescado para el corazón y la circulación sanguínea se atribuyen a las grasas omega 3, que abundan en el pescado azul y tienen un efecto cardiosaludable.
Además, el pescado tanto azul como blanco es una excelente fuente de proteínas de alta calidad y aportan micronutrientes imprescindibles como el yodo, el selenio y la vitamina D.
Después de esto que os cuento ésta semana nos hemos puesto las pilas en mi cocina. Fui con Valeria a la pescadería, ya os he contado en alguna ocasión que de mis hijas es la mayor fan de los pescados y la más cocinillas en general :-), y juntas compramos unas Doradas muy ricas que hicimos a la sal. Eso no tienen ningún misterio… Y además compramos un pescado llamado Oblada que yo no conocía y que habita en los mares Mediterráneo, Atlántico oriental, rojo e Índico occidental. Mirar que monas…
Yo las preparé al horno con hierbas y limón y la verdad es que estaban muy ricas.
– OBLADAS AL HORNO CON HIERBAS AROMÁTICAS Y LIMÓN:
4 personas:
Ingredientes:
- 4 Obladas de ración.
- 2 limones.
- Hierbas aromáticas, mejor si son frescas. (orégano, tomillo, laurel…)
- Sal y pimienta.
- Un chorrito de aceite de oliva.
Precalentar el horno a 200º.
1.- Pedir al pescadero que nos las limpie para hornear.
2.- Lavamos bien el pescado y lo secamos con papel de cocina. Salpimentamos por fuera y por dentro (por la raja que habrá hecho el pescadero al limpiarlas).
3.- Cortamos un limón en rodajas. Hacer unos 2 o 3 cortes generosos en los lomos del pescado para introducir las rodajas de limón.
4.- Introducimos las hierbas aromáticas en el interior del pescado.
5.- En una fuente para horno añadimos un chorrito de aceite de oliva y ponemos encima las Obladas. Ponemos un poquito de aceite por encima de ellas y metemos en el horno. Dependiendo del peso, estarán aproximadamente entre 12-15 minutos. Yo los 7-8 primeros minutos las horneé cubiertas con un papel de plata. El resto del tiempo seguí horneándolas sin cubrir.
Un pescadero me dijo que sabríamos si el pescado estaba listo cuando el ojo del animal se vuelve blanco. También se comprueba cuando la carne se separa con facilidad de la espina central.
Yo las hice así de sencillas pero si quieres puedes hacerlas sobre una cama de cebolla en rodajas o sobre un lecho de patatas y tomates. Cualquier opción es buena.
Esto es lo que os cuento por hoy. Ojalá hagáis la receta pero sobre todo leeros el libro…
¡Gracias!
Mmmmmm…!!!!
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