La Barrosa, Chiclana de la Frontera

La Barrosa, Chiclana de la Frontera

 

 

Después de un parón más grande del que me hubiese gustado, hoy os traigo un post sobre una de mis playas favoritas: La Barrosa, en Chiclana de la Frontera, Cádiz.

Llevo casi veinte años visitando éste mágico  lugar sin fallar ningún año y siempre me traigo recuerdos y sensaciones diferentes.

A lo largo de todos éstos años y tantos y tantos viajes a esas tierras gaditanas me han acompañado muchas, muchas personas diferentes. La mayoría siguen a mi lado hoy y muchos también siguen acompañándome en esos días de playa, mar, sal y luz incomparable.

Hoy me centro en ésta playa por que es dónde un día decidí echar parte de mis raíces y porque son sus dunas y las olas de su mar quiénes han visto crecer a mis tres hijas. Y es ésta playa la que ha sido testigo de muchos de nuestros momentos. Los buenos y los malos.

Claudia, mi hija mayor pisó por primera vez ésta finísima arena con un añito y hoy con quince sigue enamorada de éste lugar. Para Carlota y Valeria fue también su primera playa.

 

atlántico, playa, la barrosa, novo sancti petri, chiclana, familias, verano, niños, ocio, picoteo,

Aguas cristalinas en la playa de La Barrosa

Ahora hemos estado casi dos semanas y como todos los años el primer día de playa nos encontramos con Tomás, el gaditano que con su barquita a cuestas va vendiendo sus cucuruchos de camarón a 2 euros. Unos exquisitos camarones que cómo él mismo va gritando por toda la orilla del mar: «Camarones de la Isla, los cojo de noche y los vendo de día»… Riquísimos, de verdad y más aún saboreados sobre el pareo.

Con Tomás y sus cucuruchos de Camarón.

Con Tomás y sus cucuruchos de Camarón.

Cucuruchos de camarones gaditanos a pie de pareo.

Cucuruchos de camarones gaditanos a pie de pareo.

Detrás de Tomás, aparece el carrito con las mejores patatas fritas que has probado jamás. Yo era fan absoluta de las patatas El Cortijo del Olivar y sigo manteniendo que son exquisitas… Pero éstas que vende Juan,  el señor que porta tan solemne carrito son inmejorables. Patatas fritas naturales «La Barrosa», de verdad que no tienen desperdicio. Vende las bolsitas de 70grs a 1 euro, pero de verdad que saben a gloria.

Carrito de patatas gaditanas.

Las mejores patatas fritas a la orilla del mejor mar.

Patatas fritas en la playa.

Patatas fritas en la playa.

Y para completar el soberbio aperitivo playero,  serán otros geniales «gaditas» los encargados de llevar el  carrito provisto de las bebidas en las que no faltará por su puesto el mítico «tinto de verano».

Patatas y bebidas en la playa.

Patatas y bebidas en la playa.

Si tenéis la grandísima suerte de estar por allí, disfrutar de éstos pequeños placeres sazonados por la sal de mi querido Atlántico, el frescor del Poniente,  que no ha dejado ni un sólo día paso al Levante…  y dejar que la luz de la costa de Cádiz invada vuestras vidas.

Exprimir todo lo que podáis éstos 8 kilómetros de arena blanca, pero no dejéis de visitar El Palmar, Bolonia, La playa de los Alemanes, Valdevaqueros, La Cala del Aceite, Cala Encendida, Zahora con su Faro de Trafalgar…

Y por su puesto tenéis que ir a Conil de la Frontera, Tarifa, Vejer, Zahara de los Atunes, El Puerto de Santa María, San Lúcar de Barrameda, Chipiona… Y por su puesto Cádiz, ciudad de la Luz. La Tacita de Plata. Yo, en breve me vuelvo para allí y si queréis os contaré mucho más de esa ciudad que hipnotiza.

Saborear Cádiz.

Mmmmmmmmmmm….!