Éstos días de tanto frío me apetece compartir con vosotros versiones diferentes de la clásica «Crema Catalana» o también conocida como «Quemada», por su característico toque de azúcar quemado que corona la crema y lo convierte en un postre exquisito y muy fácil de hacer.
Es un postre que en la comunidad catalana lo toman durante todo el año, y en muchas ocasiones lo ofrecen acompañado con piña, una de las frutas que en invierno está en su mejor momento. En Cataluña es muy fácil degustarlo en todos las masías que ofrecen las tradicionales y típicas «calçotadas» para poner el broche a ese exquisito ritual gastronómico del que ya os hablaré en otro momento.
Yo, en ésta ocasión lo he elaborado con los ingredientes de una receta que tengo de mis estudios en la escuela «Le Cordon Bleu», pero con una técnica diferente que ahora os cuento para hacerlo con textura de mousse y la verdad es que quedó delicioso. En éste caso no lleva maizena pero sí chocolate blanco lo que le da un punto de lo más original.
Para el que prefiera la receta clásica os contaré la de Simone Ortega, que no falla en su obra «1080 recetas de cocina» una de las «Biblias gastronómicas», que sin duda debéis de tener en vuestro poder. Yo tengo dos ediciones, la primera me la regaló mi madre hará la friolera de 20 años y la otra mis hijas, por mi cumple hace 2 años y me hizo tanta ilusión como la primera vez… El contenido es prácticamente el mismo pero como me declaro adicta a los libros de cocina pues estoy encantada con mis dos ediciones diferentes…
INGREDIENTES 6 per:
400 grs de nata
100 grs de leche
100 grs de yemas de huevo (4-5 yemas)
40 grs de azúcar 75 grs de chocolate blanco.
2 cortezas de limón.
1 corteza de naranja.
1 vaina de vainilla.
1 rama de canela.
MODO DE HACERLO:
1.- En una cacerola calentamos la nata y la leche con la mitad del azúcar, las cortezas de limón, naranja, la vaina de vainilla y la rama de canela. Dejamos infusionar unos minutos.
2.- Fundimos el chocolate blanco, o al «baño María» o en el microondas con muchísimo cuidado para que no se queme.
3.- En un bol blanqueamos las yemas con el resto del azúcar.
4.- Colamos y vertemos la preparación de la leche sobre las yemas blanqueadas, removemos con una espátula y volvemos a llevar al cazo para calentar la preparación hasta que llegue a los 84º que mediremos con un termómetro de cocina. Yo suela retirarlo del fuego cuando está a 82º para que no se me pase.
Si no tuviésemos termómetro, lo cocemos igual, sin parar de remover hasta que veamos que la preparación hierva un par de minutos.
5.- Una vez elaborada ésta crema la vertemos sobre el chocolate fundido y removemos bien hasta que se mezcle completamente. Si fuera necesario lo pasaríamos por la batidora de mano para que quedara una textura perfecta.
6.- Vertemos en un bol, tapamos «a piel» y lo dejamos enfriar toda la noche en la nevera.
7.- Ponemos la preparación en el robot y batimos con varillas a máxima velocidad, como si fuésemos a montar nata. Hasta que conseguimos una mousse ligera.
8.- Vertemos la mousse en platos, bols o cazuelitas de barro individuales, añadiendo la fruta elegida cortada en trocitos.
9.- Espolvoreamos generosamente con azúcar y quemamos con un quemador.
Además de la piña que es la fruta estrella para acompañar éste postre, yo elegí otras frutas de temporada: manzana, pera, kiwi y caqui y dejé alguna de ellas sin fruta. No sabría deciros cual de ellas estaba más rica y lo más importante es que a mis hijas les encantó. Con fruta y sin fruta. Así que me parece una idea genial para alegrar la fruta invernal de vez en cuando.
RECETA DE SIMONE ORTEGA; «1080 RECETAS DE COCINA»:
INGREDIENTES:
1litro de leche
8 yemas de huevo.
10 cucharadas soperas de azúcar. (6 para la crema y 4 para quemarla)
La cáscara de un limón.
1 rama de canela.
1 1/2-2 cucharadas soperas de Maizena.
1.- En un cazo ponemos la leche a hervir con 4 cucharadas de azúcar, la ramita de canela y la cáscara del limón.
2.- En un bol batimos las yemas con 2 cucharadas de azúcar y la maizena. Cuando está bien batido y sin grumos añadimos un poquito de la leche cuando está empezando a hervir y se vierte muy despacio en las yemas.
3.- una vez desleído, se vierte esto en el cazo, se baja un poco el fuego y sin dejar de remover con la espátula, se deja unos 5 minutos que cueza muy suavemente.
4.- Se vierte en una fuente o en platos individuales, colándola por un colador de agujeros grandes y se deja enfriar. Se mete en la nevera al menos una hora antes de utilizarla.
5.- Cuando la vamos a preparar para servir, se espolvorea bien de azúcar y se quema con un quemador hasta que salga humo y se forme el caramelo.
Espero que os animéis a hacerlo y me contéis qué tal… Ya veréis que es requetefácil y ¡está espectacular…!
Mmmmmmmm…..!
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