Quedan escasos días para que se celebre en casi todo el mundo el día en que se homenajea a las personas fallecidas.

El año 2020 está siendo un año muy duro y doloroso para todo el mundo. La pandemia por el Covid 19 nos ha cambiado a todos la vida de una manera brutal y lo que es peor, se ha llevado a miles y miles de familiares, amigos, conocidos… y por ahora aquí, en nuestro país, no vemos la luz al final del túnel. Hoy superamos el millón de personas contagiadas.

Por todo esto, este mes de octubre, escribo este post, dedicado a este día y a todos los que nos han dejado, con un cariño muy especial. Admirando, un año más, cómo un país como México trata tan diferente y tan colorido un tema tan doloroso como la muerte.

También pienso que para todos esos pequeños que han perdido a sus abuelos y no se han podido despedir de ellos, esto que hoy os enseño me parece un bonito homenaje.

Altar de los muertos

En nuestro país, este día que os comento se celebra el 1 de noviembre y se denomina el «Día de los difuntos» o «Día de Todos Los Santos». Un día en que los cementerios se llenan de familiares y amigos llevando flores a las tumbas de sus seres queridos. En España acompañamos esta tradición elaborando y comiendo Buñuelos de viento, dulces con tradición y huesos de santo.

En Estados Unidos esos días celebran la tradicional y cada vez más conocida fiesta de Halloween. Los americanos celebran este evento la tarde-noche del 31 de octubre donde los niños disfrutan de lo lindo con su divertido juego de «Truco o trato», llamando a todas las casas del barrio y llenando sus bolsillos de golosinas. También decoran las casas con sus famosas calabazas huecas con velas en su interior, simulando farolillos para guiarse y alejar así a las posibles maldiciones.

Merenguitos fantasma
Merenguitos fantasma

Aquí como veis, hace años que copiamos muchas de esas tradiciones americanas. Siempre os cuento, que en mi casa, lo celebramos a nuestra manera, desde que mis hijas son pequeñas. Hace varios años os lo contaba en este post: Un Halloween terriblemente dulce . Además aquí encontraréis la receta para el bizcocho de la tarta calavera y de los cupcakes. Esta receta tiene el toque de limón y semillas de amapola. Vosotros podéis sustituir el limón y las semillas por cualquier otro sabor. La base es la misma, solo tenéis que darle un poco a la imaginación.

Pero volviendo a lo importante. Si hay un pueblo que me ha enamorado desde hace ya algunos años, con su manera de celebrar su «Día de los Muertos», ese es México. Me chifla la alegría con la que viven esos días, sus tradiciones, sus colores, su música, sus catrinas, sus manjares… ¡Me gusta todo! Y no os cuento lo que me gusta la película Coco de Disney. Los mensajes de esta película infantil no pueden ser más bonitos. Tengáis niños o no, tenéis que verla.

Adoptar algunas de esas costumbres mejicanas para recordar a esas personas queridas que nos dejaron me parece una idea excelente.

Homenajear a nuestros seres queridos con alegría, música y color, aunque muchas veces sea difícil, me resulta también terapéutico. Porque a pesar de que la muerte sea un trance muy doloroso, ese recuerdo hace que esas personas que tanto quisimos sigan siempre vivas en nuestros corazones.

UN ALTAR MUY DULCE:

Son muchos los motivos que me hacen plasmar muchas de esas costumbres en la celebración en mi casa, sin olvidarnos de nuestras propias tradiciones y manteniendo también lo mejor de los muchos Halloween vividos.

Así que, desde hace un par de años celebramos esta fiesta con una especie de mesa dulce, simulando un pequeño altar con varias alturas.

Este que veis es el del año pasado (1 y 2 de noviembre 2019). Para ello preparé unas galletas decoradas de Catrinas, cupcakes decorados con motivos un poco siniestros, una tarta calavera con bizcocho de chocolate con cara también de Catrina, unos merengues fantasmas…

Yo todo eso lo monté ayudándome de unas cajas de madera e intentado marcar así las alturas. El tamaño del altar depende de cada uno. De los objetos que te apetezca poner, de las comidas y bebidas de la persona venerada, etc…

Para nuestra merienda familiar también tuvimos los clásicos buñuelos y huesos de santo. Me gusta que estén presentes las tradiciones de mi país, aunque adopte ideas y tradiciones de otros lugares del mundo. 🙂

Preparé también un bizcocho de calabaza sin azúcar, endulzado con sirope de ágave para los abuelos que cuidan su dieta, y decoramos todo con calabazas de todos los tamaños y colores y pusimos, por supuesto, flores.

UN POCO DE HISTORIA:

El Día de los Muertos de México es una ancestral tradición cada vez más conocida y venerada en el mundo entero. Esta fiesta tan representativa de la cultura mexicana fue declarada en el año 2003 Patrimonio Cultural Inmaterial por la Unesco.

Una celebración repleta de símbolos, que mezcla sus raíces aztecas con tradiciones cristianas de la época de la colonización españolas.

Como ya os he comentado, en este país celebran la muerte con música, flores, dulces y disfraces. Con una cabalgata de carrozas que transportan a los paisanos felices, contentos y disfrazados, celebrando así que sus seres queridos han pasado a otra vida.

Altar de los muertos

El pueblo mejicano le rinde así un homenaje precioso a los seres queridos que ya no están. Montan un altar en varias alturas donde ponen una foto del difunto y alrededor de ella flores, velas, los manjares favoritos del homenajeado, su música favorita, sus objetos favoritos en vida, catrinas, papel picado de alegres colores etc…

Los altares van desde los dos pisos, el más sencillo que representa el cielo y la tierra. Hasta el altar de siete alturas, el más completo de todos. Se supone que son alturas por las que tiene que pasar el alma del difunto para poder descansar tranquila.

El pueblo mexicano cree que esas personas fallecidas no desaparecen de sus vidas y por supuesto no las olvidan. Para ellos el «Día de los Muertos» es el día en que el alma de los difuntos «regresa» para visitar a sus seres queridos. De ahí que les preparen el altar con todo lo que les gustaba en vida y de ahí también que les esperen con mucha alegría.

Colocan velas y flores cempasúchil en las tumbas y en los hogares. Piensan que con su vibrante color amarillo e intenso olor ayudan a las almas a encontrar su camino de vuelta a casa.

Entre todas las ofrendas no falta el pan de muerto. Una especie de bollito dulce azucarado y con relieves en forma de huesitos.

Y por supuesto, en toda esta celebración son indispensables las Catrinas. Calaveras preciosas, (¡sí, sí, he dicho preciosas!), llenas de alegría, color y flores. La importancia de los cráneos en México perdura desde hace siglos, pero fue Diego Rivera, a mediados del siglo pasado, quien inmortalizó a las Catrinas en uno de sus cuadros y las bautizó con el nombre que conocemos hoy. Fue también el célebre pintor el culpable de la vestimenta y abalorios que llevan aún hoy. Imagen que nos recuerda también a la famosa y mítica pintora mexicana Frida Kahlo.

RECETA DE DULCES GALLETAS CATRINAS:

Esta receta de galletas de mantequilla es también la base de la mayoría de las galletas que hago para luego decorar.

  • 350 grs de harina.
  • 200 grs de mantequilla en pomada.
  • 100 grs de azúcar blanco.
  • 1 huevo.
  • Vuestra esencia favorita. Un clásico es la de vainilla.

Horno con aire 180º

1.- Vertemos todos los ingredientes en el bol del robot y amasamos muy bien con las varillas a velocidad media-alta.

Si no tenéis robot, igual con las varillas eléctricas de mano.

2.- Cuando la masa está toda integrada, la sacamos y la amasamos un poco más a mano, comprobando que queda una masa lisa, sin grietas. Si es necesario añadimos un pelín más de harina.

3.- Ponemos la masa entre dos papeles de horno y extendemos con el rodillo. El grosor ideal son 5mm aproximadamente.

Dejamos reposar unos minutos en la nevera.

4.- Sacamos de la nevera y con nuestros cortadores elegidos vamos cortando formas que colocamos sobre una bandeja de horno con papel de hornear o silpat.

Colocamos todas las galletas en la bandeja separadas 2-3 centímetros.

5.- Horneamos 10-12 minutos en el horno precalentado a 180º.

6.- Pasado ese tiempo, comprobamos que están hechas. Sacamos. Dejamos enfriar un poco, retiramos sobre una rejilla y dejamos que se enfríen del todo antes de decorar.

Podéis decorarlas con papel comestible, fondant o glasa.

Aquí, el año pasado, hicimos un poco de todo y quedaron muy bonitas y aparentes.

Podéis hacerlas con todas las formas que os apetezcan o cortadores que tengáis.

Si no tenéis cortadores, siempre podréis utilizar vasos, aros, cajas… cualquier artículo que se os ocurra. También con plantillas a mano. Es más trabajoso y lío pero os puede quedar súper chulo también.

El caso es darle a la imaginación y tener planes diferentes para disfrutar en familia con los niños de la casa y mucho más ahora que debemos quedarnos en casa.

Y ya, como broche de oro, os enseño el disfraz favorito que ha pasado por las fiestas de mi casa en los últimos años. Ellos son lo más. Fueron los ganadores absolutos de la última edición.

Espero haberos dado alguna idea para celebrar estos días y aunque la idea sea festiva, insisto, todo mi cariño a todas esas familias que están pasando por momentos tan duros.

Ojalá podamos abrazarnos pronto.

Gracias, como siempre, por seguir la luz mi Faro de Caramelo.

¡GRACIAS!