Sí, sí como lo oís… Tarta dulce de espinacas y además DE-LI-CIO-SA.

Todo empezó el otro día, cuando un amigo mío me habló de una tarta dulce de espinacas que estaba buenísima. Me picó mucho la curiosidad; yo me imaginaba una versión verde de la tarta de zanahoria o algo parecido, con sus especias y demás … pero no. Salvo la crema que lleva y el hecho de que también está exquisita, no tiene nada que ver.

Busqué entre los miles de libros de cocina que tengo en mi casa y, por supuesto, en varios blogs y encontré la que aquí os enseño hoy. Yo la he variado un poquito, pero sobre todo me he inspirado en la del blog http://bake-street.com

Además me encantó la idea de que se trate de una tarta típica de Turquía y con un nombre súper bonito. Este pastel tan bello se llama Ispanakli Kek, que significa Musgo del Bosque. No me digáis que no es chulo 😉

Según parece, en Turquía es típico tomar esta delicia acompañada del mítico té turco. Ese té de manzana que también me rechifla.

Pero bueno, no me enrollo más y os cuento la receta de este verde pastel.

  • TARTA DULCE DE ESPINACA:

Para el bizcocho:

– 350 grs de espinacas frescas.

– 3 huevos grandes.

– 180 grs de azúcar blanco.

– 230 ml de aceite de girasol.

– 280 grs de harina.

– 3 Tsp de levadura química en polvo (1 sobre de levadura tipo «Royal»).

– 1 limón: el zumo y la ralladura (sin la parte blanca)

Para el relleno y cobertura:

– 250 grs de queso crema, tipo «Filadelfia».

– 150 grs de nata para montar.

– 30 grs de azúcar glas.

Para la decoración:

– Espinacas «Baby»

– Frambuesas o cualquier fruto rojo.

Precalentamos el horno a 160º con aire.

Engrasamos y forramos con papel de horno un molde de 24 cm aproximadamente.

1.- Lavamos muy bien las espinacas, escurrimos y trituramos en un robot, tipo Thermomix o similar hasta que queden bastante picadas. Reservamos.

2.- Rallamos toda la piel del limón y exprimimos todos su zumo. Se lo añadimos a las espinacas. Mezclamos. Reservamos.

3.- Añadimos los huevos y el azúcar al bol de la batidora. Batimos con las varillas hasta que doblen su volumen.

4.- Incorporamos el aceite sobre la mezcla de los huevos muy poco a poco. Sin dejar de batir a velocidad media-baja.

5.- Añadimos las espinacas picadas con el limón a la preparación anterior y las incorporamos muy bien.

6.- Tamizamos la harina con la levadura e incorporamos los polvos cuidadosamente con espátula con movimientos envolventes. Con cuidado de que no se baje la masa.

7.- Vertemos en el molde y horneamos 45-50 minutos. Comprobamos con un palillo que esté bien hecho por dentro. Si fuera necesario lo dejamos unos minutos más.

Sacamos el bizcocho del horno y lo ponemos sobre una rejilla hasta que enfríe. Desmoldamos.

8.- En el bol del robot y con las varillas montamos la nata con el azúcar. Con cuidado de que no se pase.

Le incorporamos el queso y batimos un poquito más para que se integre bien. Tiene que quedar una crema montada.

9.- Una vez frío y desmoldado el bizcocho lo cortamos longitudinalmente en tres partes iguales.

10.- Ponemos la crema en una manga pastelera con boquilla rizada. Rellenamos, montamos la tarta y decoramos el exterior también con la crema o frosting que hemos hecho.

Coronamos con los frutos elegidos y unas hojitas de espinacas baby.

Como ya os he comentado está muy rica. El sabor de las espinacas, con un toque cítrico y la crema de queso hacen que sea un pastel muy jugoso y muy sano.

Y si lo prefieres:

– Puedes sustituir la misma cantidad de azúcar blanco por azúcar moreno o panela. También puedes hacerlo con sirope de ágave que endulza mucho y tiene un bajo índice glucémico. O puedes elaborarlo con edulcorante.

En cualquiera de los casos sigue estando delicioso.

– También puedes prescindir de la nata montada y hacerla solo con el queso. Este puedes ponerlo ligero si quieres la tarta menos pesada, o si te da igual y te apetece también puedes sustituirlo por Mascarpone.

Pues os diré que una vez hecha, comida y venerada la tarta no era la que mi amigo decía. Vaya, que no se parece en nada… 🙂 Resulta que la que él dice es de hojaldre y rellena de una especie de crema pastelera… Así que nada Álvaro, sigo buscando 😉

Pero no me importa en absoluto haber llegado a esta que me ha cautivado y sorprendido del todo y así además aprovecho y se la dedico a mis amigas de la bella y mágica Estambul: Arzu, Nur y Peri 😉

Así que ya sabéis. No hace falta ser Popeyes y devorar espinacas. Hacerme caso y hacerla. Os va a encantar!

Mil gracias por seguir la luz del Faro de Caramelo…

Mmmmm…!!!